Blockchain y su lenguaje algorítmico recoge de manera compartida y descentralizada información inteligente que pone al deporte en la carrera de los procesos de innovación.
La industria del deporte adapta la tecnología Blockchain para acomodarse a los cambios que propone el ecosistema de los consumidores de las realidades aumentada y virtual, de los mercados hiperconectados y de las marcas desafiantes que orientan sus inversiones hacia portafolios persuasivos que juegan al ritmo de la información algorítmica basada en la inteligencia artificial (IA).
En este contexto de transformaciones, las organizaciones productoras de contenido (clubes, franquicias, federaciones y ligas) buscan compilar su propia base consumidores con una demografía asentada en algoritmos para certificar una conexión de experiencias personalizadas creíbles para sus potenciales socios de patrocinio y encauzadas a nuevas fuentes de ingresos.
Este enfoque algorítmico blockchain recoge y almacena de manera compartida y descentralizada información inteligente que pone al deporte en la carrera de los procesos innovación a partir de la codificación de los activos competitivos (deportistas), la identificación del perfil (presencial y virtual) de los consumidores que demandan acceso a los estadios empresa, la interacción de mercado con el gasto de moneda digital y las oportunidades para los patrocinadores que buscan conexión de marca con los portafolios competitivos afincados en la inteligencia artificial.
Blockchain y el desafío de la legalidad
Pero la tecnología blockchain aún no ha sido adoptada y expuesta de manera masiva en la industria del deporte debido a preocupaciones manifestadas en la falta de normas y reglamentos para orientar tanto la dirección de consumo como el blindaje de las inversiones de patrocinio y la legalidad de los negocios de activos digitales como Los NFT.
Empero la tecnología Blockchain, incluidas las criptomonedas y Los NFTs, se ha adoptado cada vez más en la industria del deporte como la generadora de nuevas fuentes de ingresos.
En este ecosistema, el papel de las ligas y los clubes cambia.
Se apoyan en la inteligencia artificial (IA) para compilar información algorítmica de sus consumidores que luego cobran valor en el mercado cuando al negociar los programas de patrocinio saben ofrecer datos demográficos creíbles (perfiles) que las marcas aprecian.
En el reciente pasado, las organizaciones productoras de contenido vendían los derechos de imagen a los patrocinadores sin el valor de su base de datos de sus consumidores. Un suceso que debilitaba el precio de la negociación al carecer de información sobre ubicación, perfiles, cantidad, audiencia en y fuera de los estadios; tendencias y conexión emocional con sus modelos producción (portafolios).
Pero ahora las aplicaciones tecnológicas basadas en la cadena de bloques son los canales ubicuos que consienten a los consumidores corresponder con otros portafolios de la industria como el acceso a los mercados de los tokens de fanáticos para obtener el poder de voto en las decisiones de su club y acceso exclusivo a zonas determinadas de los estadios.
Y en campo de mercadeo (objetivos de marketing): a descuentos por mercancía alusiva (merchandising), recompensas y promociones de las marcas asociadas. O la compra con criptomonedas de activos NFT o tokens no fungibles, un certificado de propiedad digital único, almacenado en la cadena de bloques, y representado en forma de fotos, videos y audio, que los consumidores (fanáticos) compran, recopilan e intercambian.
Blockchain como emisor digital
Blockchain con su enorme base de datos que recoge y almacena la información de manera compartida y descentralizada es otro grito de independencia de las propiedades deportivas (clubes, federaciones, franquicias y ligas) y en conjunto, tanto de los inversores de patrocinio como de los mercados.
Blockchain es un libro de contabilidad distribuido en el ciberespacio que comparten varias personas y al cual le pueden añadir transacciones ubicuas.
La primera oferta de la cadena de bloques es el bitcoin. Esta moneda digital descentralizada con un sistema de pago sin banco central o administrador único, toma posición privilegiada en las organizaciones deportivas productoras contenido al permitir los pagos digitales sin tener que depender de ningún tercero que actúe sobre su base de sus usuarios (consumidores).
A comienzos de 2020 antes de la postergación a 2021 por la pandemia, la UEFA había puesto en el mercado más de un millón de entradas móviles para los 51 juegos de su producto Eurocopa.
El holding del fútbol europeo estrenaba la propuesta de boletos inteligentes mediante la gestión de la tecnología blockchain.
Con esta estrategia frenó tanto las falsificaciones como las duplicaciones mediante el uso de códigos que solo se activaban por Bluetooth desde dispositivos Android e iOS una vez que los aficionados estaban cerca de las puertas del estadio.
En este contexto de blockchain nace la moneda digital del deporte soportada en la cadena de bloques. Un suceso que nos señala el futuro próximo de la industria del deporte en el campo de la monetización.
En un lapso cercano aprenderemos que el COI, Comité Olímpico Internacional, que gobierna el deporte olímpico en más de 206 naciones, buscará implementar su propia criptomoneda (la olímpica). La FIFA, el holding del fútbol mundial, igual.
Un paso hacia este futuro son los Token Deportivos -NTF o Token no fungibles- que los clubes de fútbol de las cinco poderosas ligas del mundo (Inglaterra, España, Francia, Alemania e Italia) han puesto al mercado con el nombre de su dinero digital y que conquistan el apego emocional de los consumidores del deporte.
Por esa autopista digital ya avanzan las líneas de producto automovilismo, baloncesto, fútbol y el cricket en la gestión de los tokens a su desarrollo comercial, el automovilismo también realiza progresos en el espacio de los coleccionables digitales como parte de la adaptación de la tecnología blockchain como un medio para crear nuevas asociaciones y modernizar la participación de los consumidores (léase: fanáticos).
Según las previsiones de Deloitte, los NFT (tokens no fungibles) para los medios deportivos generarán más de 2.500 millones de dólares en transacciones en 2023. Entre 4 y 5 millones de aficionados a los deportes de todo el mundo habrán comprado o recibido un artículo deportivo de colección NFT.
Para las empresas de fútbol, las fichas de aficionado (Fan Tokens) son una forma de recaudar dinero sin modificar su estructura corporativa ni asumir un riesgo financiero sustancial. Contrario sería el caso si los clubes utilizaran vías más tradicionales como el capital privado o los préstamos bancarios.
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