Futuro, ya Permítanme llevarlos por una fascinante realidad. El deporte para el nuevo orden de la economía de mercado es un producto masivo e industrial de alta carga emocional.
Y el entretenimiento lo define como la ampliación de la oferta del tiempo libre predecible.
El futuro ya es para ambas. Las dos son parte de una producción mercantil como cualquiera otra actividad de negocios tradicionales. Pero el efecto de conexión emocional que transmiten tras su Ritual de Consumo es la diferencia que los ha convertido en los productos y servicios de mayor consumo global.
En contexto, una oferta como la Copa Mundo FIFA producida por 32 selecciones en representación de igual número de naciones, tiene en efecto en 7 veces la población del planeta durante el mes de competencia. Y la puesta en escena de un espectáculo de entretenimiento como el Tour Artístico de la estrella Paul McCartney en cinco grandes capitales del mundo, convoca más de un millón espectadores en vivo, y treinta veces ese indicador en televisión y nuevos medios.
Y los responsables de esta conversión de la emoción a respuestas emotivas de consumo son ejecutivos que han adquirido una formación específica en marketing, dirección, tecnología y liderazgo para gestionar la previsión y fijación de objetivos, elección de estrategias y selección de proyectos.
Pero el efecto repetitivo de la turbulencia económica sobre los procesos productivos y la irrupción del colectivismo digital libre de las barreras de tiempo y lugar, someterá a esta mano de obra a la acomodación de decisiones inteligentes para ganar un lugar preferente en el nuevo planisferio de consumo.
Para el Observatorio global del Deporte de la Escuela Superior de Ciencias Económicas y Comerciales (ESSEC) de Francia, con la segunda década del Tercer Milenio vendrán grandes inclinaciones que marcarán profundo impacto en los hábitos de consumo tanto del deporte como del entretenimiento, a partir de lo masivo e industrial.
Esta irrupción demandará la presencia de profesionales con habilidades competitivas para gestionar el nuevo mandato de consumo que se conocerá como la conversión de la Era del Interés por la Inversión Corporativa a la Era de la Necesidad.
Una de las evoluciones más notables la experimentará el marketing.
Esta variable de comunicación comercial se transformará en la herramienta de gerencia más practicada por empresas y organizaciones para diseñar y persuadir las nuevas formas de negocio de los modelos que surgirán sin ninguna reserva de tiempo, lugar y costo.
La época en la que la marca se jactaba con exponer su nombre en un estadio o en la indumentaria de una celebridad o un equipo con las estrategias de comunicación llamadas patrocinio y activación publicitaria, pasará a la historia.
A partir tendrá que alinearse con los intereses y objetivos de las audiencias colectivas de diferentes mercados abiertos en cualquier lugar del mundo y dispuestas a socializar con discusión los beneficios y precio de la oferta desde sus propios medios de comunicación ubicados en el nuevo planisferio de la movilidad social.
El deporte y el entretenimiento como productos intangibles de altísima sensibilidad y consumo masivo se convertirán en los ventiladores de la propagación de ruido para alcanzar audiencias selectivas movidas por la conexión emocional, la inteligencia colectiva y la innovación tecnológica.
El observatorio global de ESSEC predice que el deporte será la primera actividad del ocio que producirá una explosión de la práctica tras el abundante tiempo libre dejado por la deslocalización del servicio laboral (el teletrabajo desde las oficinas virtuales).
Prevé que en 2022 la mayor parte de la población mundial practicará una actividad física como forma de ocupar ese tiempo libre. Esta tendencia producirá la mayor participación de mujeres, ancianos y jóvenes, los tres grupos demográficos que serán el foco de las estrategias motivacionales de productos y servicios.
La separación entre un deporte de elite y un deporte espectáculo por una parte, y el deporte de ocio y deporte para todos de otra, producirá un replanteamiento de las políticas públicas para atacar los cuatro (4) asesinos del siglo XXI que la Organización Mundial de la Salud (OMC) clasifica como cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias y diabetes (La gerencia de la salud, deporteynegocios.com)
También la década 2011- 2020 nos enseña nuevos modelos de responsabilidad social corporativa. Cada vez más países, marcas, deportistas y celebridades intentan comprometerse a favor de las poblaciones más vulnerables y el medio ambiente.
Catar y la adaptación climática de los estadios de su Copa Mundial de fútbol de 2022; las Copas Mundo de fútbol de 2014 (Brasil) y 20188 (Rusia); los Juegos Olímpicos de invierno de SOCHI 2014 y los de verano de Río de Janeiro 2016, reafirma que el deporte y el entretenimiento elevados a producto son parte de los procesos de producción que ya explora el nuevo orden económico mundial como laboratorio de prueba desde los llamados países emergentes o BRICS.
Como consecuencia de las nuevas las tecnologías asociadas al colectivismo digital, el deporte y el entretenimiento aumentarán sus indicadores de audiencias pasivas (tv y nuevos medios) y de comunicación comercial, pero también influirá en la caída de costos sobre los derechos de retransmisión por la diversidad de canales dispuestos en todas las formas de comunicación de la ubicuidad informativa.
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