El Indictment Fifa. A quiénes persigue.
Las denuncias de corrupción tumbaron al “jefe” Joseph Blatter. Otros de los actores del acto criminal que colapsó el principal producto de entretenimiento global aún no han renunciado. Pero el cerco judicial no les deja otra opción. Es la única salida para someterse con algo de alivio y dignidad a los procesos penales y fiscales de la justicia de Estados Unidos y de cada una de las naciones con Federaciones comprometidas.
Josep Blatter no aguantó la presión del sistema. Su presidencia de 16 años en la Fifa estaba contaminada de todo tipo de acusaciones delictuosas. Ante el acecho de la justicia internacional, sus escuderos de ayer lo denunciaron. Algunos de los de hoy, ya fueron capturados por el FBI y la Fiscalía General de Estados unidos en cooperación con la policía suiza. Otros huyen a la temible circular roja con la cual la policía internacional cierra la huida a los delincuentes.
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El pliego acusatorio contra América del sur
En el caso de América del Sur, todo el cuerpo directivo de la filial FIFA, la Conmebol, integrada por 10 federaciones nacionales, está señalado en el indictment. Lo integran los presidentes de las Federaciones de fútbol de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. El cerco judicial no les deja otra opción. La dimisión será su única salida si quieren amainar los procesos penales, fiscales y deportivos de la justicia de Estados Unidos y de cada una de las naciones con Federaciones comprometidas.
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Ya fueron arrestados Eugenio Figueredo, de Uruguay, miembro del comité ejecutivo de la FIFA, expresidente de la Confederación; José María Marín, ex presidente de la confederación brasileña de fútbol; Rafael Esquivel, presidente de la Federación Venezolana y el ex presidente de la corporación, Nicolás Leoz. Las tres cabezas ejecutivas de los socios comercializadores del futbol federativo suramericano, Traffic, de Brasil y las argentinas Torneos y Competencias y Full Play, huyen de la justicia.
¿De qué los culpa el FBI y la Fiscalía General de Estados Unidos? ¿Por qué están en la mira de las autoridades de sus países?
Las pruebas del delito
Son las de recibir dólares por debajo de la mesa a cambio de sus votos para que una multinacional de mercadeo y medios de nombre Datisa, tuviera el derecho preferente de revender los derechos comerciales de las Copas Américas de Chile y Estados Unidos.
La oferta que configura el delito se produjo tan sólo 4 días después de que Datisa se constituyera en empresa de medios por gestión de una asociación de intereses comunes en la que participaron la brasileña Traffic Group y las firmas argentinas Torneos y Competencia S.A., y Full Play, las tres con foco de negocio en la transmisión y comercialización del deporte, y todas con tentáculos siniestros en el fútbol sudamericano.
El cuerpo del delito: dólares
Lo sustenta el expediente de la Fiscalía de Estados Unidos y el FBI. E involucra los nombres que desempeñan los cargos de presidente de las 10 federaciones del grupo Commebol: Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Entre todos recibieron un soborno por 100 millones de dólares.
Cómo se realizó la repartija
DATISA hizo cinco pagos de 20 millones de dólares cada uno. Las pruebas sumariales del FBI y la Fiscal General de Estados Unidos señalan que el soborno a pagar era por las tres próximas realizaciones de las líneas de producto Copa América y la Copa Centenario. El monto de la dádiva final aumentó a 110 millones de dólares cuando la Conmebol asignó la sede de la Copa Centenario a Estados Unidos. El documento inculpatorio explica que el soborno por esa Copa fue de 30 millones de dólares.
El indictment dice que de los 110 millones de dólares, 45 millones fueron distribuidos entre los tres máximos dirigentes de la Conmebol: el uruguayo Eugenio Figueredo, el ya fallecido argentino Julio Grondona y el brasileño José María Marín. Los otros siete presidentes recibieron 1,5 millones por cada edición de la Copa América y una suma idéntica cuando Datisa terminó de formalizar el negocio.
El dinero contaminado que acosa
Luis Bedoya Giraldo (foto) fue durante 10 años el presidente de la Federación Colombia de Fútbol (FCF). Renunció el 8 de noviembre de 2015. También ocupaba la vicepresidencia de la organización que representa al holding Fifa por América del sur, la Conmebol, de 10 federaciones socias, y cuyos directivos son el foco de la justicia internacional por delitos de corrupción en la gestión de su portafolio de negocios.
El 2 de junio de 2015, Bedoya Giraldo, en conferencia de prensa explica: “…..Es importante manifestar que la Federación recibió tres pagos de 500.000 dólares cada uno y están registrados en su contabilidad, en los balances que presentó a la Conmebol y casi todo ese dinero fue invertido en esta sede” (sede y campos de la Federación en Bogotá).
No sustentó quién le entregó el dinero en tres cuotas ni cuál era su origen. No eran sobre el pago de los derechos de partidos de la selección Colombia. No eran el pago de los derechos comerciales de las Copas Américas ya que estos son de propiedad de cada Federación organizadora. Caso Chile 2015, Federación chilena. La Centenario de 2016 en Estados Unidos, Federación local.
Tres culpas, un mismo delito
PRIMERA ACUSACIÓN: “RECIBIR POR DEBAJO DE LA MESA = SOBORNO”
El indictment del FBI y la Fiscalía de Estados Unidos contiene que el dinero fue un soborno. Quiere decir que los 10 presidentes recibieron la coima por debajo de la mesa. Si las autoridades gringas lo demuestran en los estrados judiciales, el presidente colombiano del fútbol habría participado de un delito transnacional con efecto directo en la organización deportiva colombiana y toda su junta directiva, el cual se llama soborno.
ACUSACIÓN DOS: “LEGALIZAR UNOS DÓLARES CONTAMINADOS”
Luego el presidente Luis Bedoya Giraldo sube este dinero a la mesa para legalizarlo y visibilizarlo. Lo consigna en las cuentas corporativas de la Federación Colombiana de Fútbol. Con este acto administrativo, contaminó a la marca FCF y de paso, incriminó en el delito a todo el Comité Ejecutivo de su Federación. Léase, cómplices.
ACUSACIÓN TRES: “DINERO CONTAMINADO CON DESTINÓ A ASUNTOS PROPIOS DE LA FEDERACIÓN”.
Una vez consignado ¿Qué destino tuvo este dinero ¿En qué se invirtió, ¿quiénes fueron los receptores? ¿Con qué concepto salió de las cuentas bancarias de la Federación Colombiana de Fútbol?
Son tres señalamientos delictuosos que de ser probados por el FBI, la Fiscal General de Estados Unidos y las autoridades colombianas, se convertirían en un solo “acto criminal”, comprometiendo penalmente a la persona de Luis Bedoya Giraldo como a su junta directiva y por efecto, a la Federación Colombiana de futbol (FCF) como empresa que captó unos recursos ilícitos y los llevó a sus cuentas bancarias para legalizarlos.
AUTORIDADES COMPETENTES
En el caso colombiano, son tres. La Fiscalía General de Colombia, retroalimentada por su par de Estados Unidos, la que aborde la parte penal. La Dian u oficina del fisco colombiano es la de competencia para indagar el ingreso y destino de los presuntos dineros manchados, y el organismo rector del deporte nacional, Coldeportes, el facultado para evaluar, en términos jurídicos, el reconocimiento deportivo de la Federación.
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