Si el deporte y la economía gestionan una mano de obra activa y en buenas condiciones de salud, los gastos médicos se reducen y la productividad aumenta.
El deporte como un producto más en el mercado no solo es el negocio que representa el 2% del producto interno bruto mundial. Es tan bien la mejor excusa para activar la calidad de vida y como consecuencia, incentivar la productividad.
Me considero un activista comprometido en la lucha por poner el deporte en la agenda diaria de los habitantes de las selvas de cemento “como la única droga de cero costes que nos blinda contra la pandemia responsable de tres de las 5 muertes que cada minuto ocurren en el mundo: el sedentarismo y sus letales efectos en el corazón, pulmones, sangre y estómago”.
Por eso recibo y comparto con entusiasmo el reciente estudio del Centro Internacional de Investigación Organizacional del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa de la Universidad de Navarra, España, en colaboración con la firma de consultoría médica Ingesport, a través del Observatorio Go Fit, que socializa sobre lo urgente que gobierno, empresa e individuos trabajen juntos en políticas de bienestar menos incompletas y más enfocadas en elevar la eficiencia en los sistemas productivos.
En efecto, el deporte elevado a ejercicio físico incrementa la calidad productiva, prolonga la esperanza de vida y convierte los estados de ánimo en energía positiva para emprender el mejor quehacer. En términos de rendimiento, cuando la economía de una nación convive con una mano de obra activa y en buenas condiciones de salud los gastos médicos se reducen y la productividad aumenta.
El estudio, que tiene como responsable de la supervisión a José Ramón Pin, director del Centro, explica que en Europa la obesidad representa de 2% a 4% del total de los gastos médicos.
En un foco específico cita a España con el 44% de su población que no participa en deportes ni ejercicios físicos de ningún tipo. Y nos enseña una información que llevada a política pública podría combatir el flagelo: “un euro invertido en el fomento del deporte genera un ahorro en gastos médicos que puede calcularse en 50 euros en el curso de 15 años”.
El valioso estudio nos plantea diez (10) pasos hacia una sociedad más sana, no solo en la europea sino en la de América Latina, también desprotegida de políticas públicas y privadas para exaltar el deporte como la “mejor droga contra el sedentarismo y su mortal ejército que amenaza la vida humana de las selvas de cemento”.
1. REALIZAR UN ESTUDIO ECONÓMICO
El Reino Unido señaló los costos que la vida sedentaria tiene en la economía del país. España y otros países deberían de hacer lo mismo.
2. PROMOVER UNA ESTRATEGIA NACIONAL UNIFICADA
Fomentar la actividad física como algo beneficioso para la salud, con el apoyo de los líderes sociales y políticos, ayudará a garantizar el éxito.
3. IMPLICAR A TODAS LAS ÁREAS DE LA SOCIEDAD
Los sectores de atención médica y educación, así como la empresa privada y el sector público deben de respaldar las nuevas iniciativas. Los consejos municipales y los funcionarios federales deben de asumir un papel más destacado en la promoción de políticas de salud ambiciosas.
4. FOMENTAR ALIANZAS PÚBLICO-PRIVADAS
Hacer que el gobierno y la empresa privada colaboren en ayudar a disipar recelos y constituirá un apoyo legal claro y transparente para dicha colaboración, en especial aquellas relacionadas con la construcción y administración de instalaciones deportivas.
5. ESTABLECER UNA ESTRATEGIA DE TURISMO DEPORTIVO
Ésta es un área de enorme potencial, que en los últimos años ha tenido un crecimiento de 67% en España, con un aumento del 40% en los gastos relacionados.
6. REDUCIR EL IVA O IMPUESTO DE VENTAS
En España, solamente 17% de quienes participan en actividades relacionadas con el deporte son miembros de clubs o gimnasios. Las cifras en Dinamarca y Suecia son 50% y 55%, respectivamente. Reducir los impuestos aplicados al acceso y uso de los servicios e instalaciones deportivas privadas podría impulsar esa cifra.
7. CONSIDERAR LOS ESTÍMULOS FISCALES
Hungría concede estímulos fiscales a las empresas que construyen y renuevan instalaciones deportivas.
8. ESTABLECER UNA LOTERÍA
Destinar los fondos recabados en esa lotería para fomentar actividades físicas saludables. La mayoría de los países europeos ya tienen establecido un sistema de ese tipo.
9. ESTABLECER UN MODELO PARA FINANCIAR LA ACTIVIDAD FÍSICA SALUDABLE
En Suecia y en el Reino Unido, los médicos del sistema nacional de salud pueden recetar actividades físicas con financiamiento público.
10. CONSIDERAR PACTOS CON DEPORTES DE PRIMER NIVEL
Esto puede servir de medio para financiar deportes de menor nivel.
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