La marca Nascar nos enseña qué podemos aprender de su modelo de comunicación persuasiva, ya que es la categoría automovilística más comercial y popular de Estados Unidos y una de las competiciones de stock cars más sobresalientes de la industria deportiva global del sector.
Marketing Nascar es una mezcla de producto con elementos como una fluida información persuasiva con sus consumidores, innovación de servicio, creatividad en la presentación de la oferta y ejecutivos versátiles en la gerencia de marca. Estos valores la sitúan en una posición de ventaja frente a su competencia en los mercados de consumo.
Se trata, por tanto, de un cambio en la visión del marketing que implica una nueva forma de gestionar la marca en los mercados del entretenimiento.
En lugar de concebir el negocio como una suma de productos, hay que pensar en una suma de habilidades esenciales. Algo así como: «Busque un nicho de mercado y, a continuación, asegúrese de que hay mercado para esa porción de segmento». Apunte directamente al blanco objetivo de su línea de producto deportivo.
Apliquemos este principio a una línea de productos deportivos de la industria del entretenimiento estadounidense: la NASCAR.
NASCAR es un producto de portafolio
El portafolio es un espectáculo de carreras celebradas en 125 pistas de 39 estados, bajo la dirección de unos 200 ejecutivos de marketing. Gozan de toda la disposición creativa para atender a los 75 millones de consumidores, de los cuales el 42 % ganan más de 50 000 dólares, el 40 % son mujeres y el 60 % tienen entre 18 y 44 años.
El consumidor, en el centro de la atracción
Esta oferta es un gancho para millones de incondicionales consumidores que gastan una media de 700 millones de dólares al año en merchandising. Son consumidores compulsivos del producto NASCAR a través de aplicaciones móviles, webs adaptadas y redes sociales.
A los consumidores les gusta que no haya ningún equipo o piloto que domine este deporte.
En sintonía con esta realidad de mercado, los gerentes de marketing deben reaccionar constantemente para custodiar un portafolio centrado en el nicho de un cliente satisfecho. Se trata de un público objetivo halagado por la plena atención a su estilo de vida.
La gestión del efecto multipantalla
Gracias a esta estrategia de comunicación comercial, la repercusión mediática del «producto NASCAR» trasciende.
Todas las entradas de las carreras transmitidas por los socios de televisión se agotan, al tiempo que los índices de audiencia marcan niveles de recepción altísimos.
El pago por ver a la carta permite a los espectadores de determinados sistemas digitales elegir en directo entre diversos canales con cámaras dentro de los coches o un canal con información sobre la carrera, mientras que sus canales web con diseño responsive incrementan el consumo de imagen y audio en Estados Unidos y en el resto del mundo.
Comments are closed.