AULA industria del deporte

Piratería, el juego sucio que crece en el nuevo ecosistema

Inmersas en ese mercado delictivo como víctimas, las empresas distribuidoras del deporte en el nuevo ecosistema multipantalla, asisten a una batalla jurídica en la búsqueda de las fugas.

17 millones de televidentes vieron el juego estelar del fútbol americano Super Bowl 2024 en transmisiones ilegales. La industria deportiva mundial pierde cada año hasta 28.000 millones de dólares por este suceso. De los 3.200 consumidores del producto NFL en 2023 consultados en encuesta, el 35% respondió que accedió regularmente a los juegos en transmisiones piratas.

Estas cifras de piratería las emisiones en vivo enseña la gran batalla legal para frenar una de las caídas financieras que más debilita el desarrollo de la venta de los contenidos que producen las organizaciones productoras (clubes, franquicias, federaciones y ligas).

Inmersas en ese mercado delictivo como víctimas, las empresas distribuidoras del deporte en el nuevo ecosistema multipantalla, asisten a una batalla jurídica en la búsqueda de las fugas que la hiperconectividad y su gran aliada, la inteligencia artificial (AI), aun no encuentra (n) cómo frenar.

Un informe de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo) avisa que las retransmisiones deportivas ilegales aumentaron un 30% del 2021 al 2022. Francia y España representan más de un tercio del total de este tipo de consumo ilícito (34%).

Piratería y su juego en el nuevo ecosistema

La piratería representa un desafío creciente para todo tipo de empresas de medios y entretenimiento digitales, pero es especialmente grave para las propietarias de los derechos de las retransmisiones deportivas, ya que los esfuerzos por cerrar las emisiones atacadas suelen tardar más de lo que realmente duran.

En un trabajo académico para Harvard Business Review de los profesores e investigadores Brett Danaher1, Michael D. Smith2, y Rahul Telang3, explican que hay formas eficaces de desalentar el uso de emisiones pirateadas y de paso, aumentar el pago de las legales.

Aunque los aficionados de las líneas de producto Super Bowl y la NFL (fútbol americano) consumen los partidos legalmente cada año desde suscripciones por cable, emisiones streaming, televisión local o el NFL Sunday Ticket4, aumenta el número de seguidores que utilizan otro método: piratear las transmisiones en directo.

Este suceso delictivo en incremento lo describe el reciente estudio de la firma de seguimiento de la piratería VFT: estima que 17 millones de televidentes vieron la Super Bowl 2024 (11 de febrero) en transmisiones piratas ilegales.

Otra indagación, la de la firma Oddspedia en una encuesta de 2023 entre 3.200 fanáticos de la NFL, ilustra que el 35% de los encuestados ve regularmente los partidos de la NFL en transmisiones piratas.

Piratería, un problema global

La debilidad de las prohibiciones asociada a las libertades algorítmicas de la conectividad hace que el mercado mundial de la distribución del deporte desde las retransmisiones en vivo, sea un negocio vulnerable y disponible a lo ilegal.

El Diario de La Vanguardia en el reportaje: Piratería. El problema de nunca acabar, cita que los elementos clave para combatir esta práctica son varios.  Una de esas variables es la “inmediatez de actuación” en las retransmisiones en vivo. La jurisprudencia española permite hoy bloquear semanalmente dominios piratas a Movistar+ y LaLiga, propietaria y gestora del fútbol profesional español. Un tiempo de reacción menor al de Italia, cuyo Parlamento aprobó el pasado julio una ley que permite la retirada de contenidos ilegítimos en menos de 30 minutos desde que se avisa de una transmisión ilegal.

En su investigación, Brett Danaher1, Michael D. Smith2 y Rahul Telang3, buscan respuestas a la interrogante ¿cómo deben responder las productoras de  contenido (ligas, franquicias, federaciones y ligas) a la piratería generalizada de los derechos que adquieren o han licenciado las empresas de medios distribuidoras? 

Explican que la ley estadounidense impone a las empresas propietarias del contenido la responsabilidad de identificar las copias pirateadas de su contenido y pedir a los sitios o proveedores de servicios que lo eliminen. Exige que, una vez notificados, los canales en línea eliminen el contenido infractor «rápidamente». 

Para los expertos, el problema es que la legislación no define lo que significa «rápidamente» y, en la práctica, algunos canales web estadounidenses tardan horas o incluso días en responder a una solicitud de retirada. Peor aún, las empresas no esperan una respuesta de los sitios web internacionales, que a menudo funcionan con leyes de derechos de autor más débiles.

Eliminar el contenido pirateado tras un retraso de dos o tres horas podría ser eficaz para libros electrónicos u otro pregrabado, pero puede resultar devastador para los deportes en directo por el valor va ligado a la inmediatez.

La NFL (fútbol americano), la NBA (baloncesto) y la UFC (artes marciales)5 han firmado una declaración conjunta acerca de la piratería y sus efectos: “La industria deportiva mundial pierde hasta 28 000 millones de dólares de sus potenciales ingresos anuales adicionales.”

Bloqueo de canales web, ¿la solución?

¿Hay una manera mejor? Se preguntan los profesores en su escrito académico publicado en Harvard Business Review.

Un enfoque que se ha adoptado en más de 39 países, incluidos Australia, Brasil, Canadá, Francia, la India, España y el Reino Unido, es utilizar las órdenes judiciales para bloquear de forma proactiva el acceso a sitios web dedicados a la piratería. 

Estos bloqueos se implementan normalmente a nivel del proveedor de servicios de Internet (ISP- Internet Service Provider-), lo que significa que se puede denegar el acceso al contenido o a las transmisiones pirateadas incluso cuando ese contenido está alojado en sitios de otro país.

Las principales ligas deportivas han pedido al gobierno de los Estados Unidos que implemente políticas para bloquear de forma proactiva el acceso a las transmisiones ilegales y pirateadas de sus partidos emitidos en vivo. La preocupación no es injustificada: el consenso en la investigación académica es que la piratería en Internet perjudica el consumo de pago de películas, televisión, libros, música y software (ver aquí).

Para los investigadores, esto plantea una pregunta importante: ¿puede el bloqueo de sitios web reducir la piratería y aumentar las ventas legales? “Esa es la interrogante que nos propusimos responder tras estudiar el impacto de los programas de bloqueo de sitios web implementados en el Reino Unido, Brasil e India”.

En 2012, los tribunales del Reino Unido ordenaron a los ISP bloquear el acceso a The Pirate Bay, uno de los sitios de piratería más populares de la época. En 2013, cercó el acceso a otros 19 sitios populares de saqueo. Y en 2014 volvieron a repetirlo con 53 de los canales de piratería restantes. 

Sería ingenuo simplemente mirar la televisión de pago antes y después de estos eventos, porque el consumo de películas y televisión cambia con el tiempo, por muchas razones. En cambio, observamos que cuando se bloquea un sitio importante como The Pirate Bay, algunos usuarios de Internet visitan el sitio con frecuencia y se ven más afectados por el bloqueo. Otros usuarios solo lo visitaban con poca frecuencia y el bloqueo los trataba menos, y otros no utilizaban el canal en absoluto y, por lo tanto, podían actuar como grupo de control. 

Preguntamos si los usuarios a los que los bloqueos los trataban más cambiaban más su consumo legal que los usuarios a los que les afectaban menos los bloqueos. Los resultados, que publicamos en la revista revisada por pares MIS Trimestral , mostraron que cuando solo se bloqueaba un sitio de alto perfil (The Pirate Bay), no aumentaba las visitas ni el tiempo dedicado a los sitios de streaming legales de pago, pero sí provocaba un aumento de las visitas a otros sitios de piratería desbloqueados. 

Por el contrario, cuando se bloqueó en 19 sitios importantes de piratería en 2013, el cerco provocó que los usuarios afectados aumentaran un 8% las visitas a los sitios de streaming legales de pago. 

Y en 2014, cuando se bloqueó a 53 sitios, provocó que los usuarios afectados realizaran entre un 7 y un 12% más de visitas a sitios de streaming legales de pago. Los aislamientos también provocaron un aumento en la probabilidad de que una persona no suscriptora a sitios legales de pago inicie una nueva suscripción de pago.

Tras la publicación de estos resultados en 2020, surgieron dos preguntas: ¿Se mantendrían en otros países en los que se haya implementado el bloqueo de sitios web? ¿es el bloqueo web relevante en la era moderna de la piratería?

En un reciente documento de trabajo de Brett Danaher1, Michael D. Smith2, y Rahul Telang3, abordaron estas cuestiones analizando tres oleadas más de bloqueos de sitios web: la primera de diciembre de 2019, cuando se aislaron 380 canales web de piratería en la India; la segunda de septiembre de 2020, 173 sitios de piratería más en ese país; y la tercera, de julio de 2021, se incomunicaron 174 sitios en Brasil.” Obtuvimos datos de panel sobre los usuarios de Internet en estos países en torno a cada ola de bloques y replicamos la metodología de nuestro estudio del Reino Unido”.

“Lo que conocimos es que los resultados del bloqueo de sitios web en la India y Brasil concuerdan con los que ocurrieron en el Reino Unido: el corte provocó una disminución de la piratería y un aumento de las ventas legales. Los bloqueos de 2019 en la India provocaron un aumento general del 8,1% en las visitas a sitios legales de pago, mientras que los cercos de 2020 provocaron un aumento del 3,1%. En Brasil, los aislamientos de 2021 provocaron un aumento del 5,2% en las visitas a los sitios de streaming de pago”. 

Todos estos resultados fueron significativos desde el punto de vista estadístico y confirmaron que, aunque el bloqueo de sitios web no es la panacea, en más de un país ha demostrado su eficacia para provocar que algunos usuarios consuman más contenido a través de los canales legales de pago.

El camino a seguir ¿Hay solución?

Desde el punto de vista directivo y a partir de la perspectiva de los deportes en directo, ¿qué significa esto?

En su trabajo para Harvard Business Review, los investigadores Brett Danaher, Michael D. Smith, y Rahul Telang aportan: “debemos señalar que no tenemos conocimiento de ningún estudio que haya evaluado aun específicamente el impacto del bloqueo de las transmisiones deportivas pirateadas en la visualización legal en directo”. 

Agregan: “Pero si los resultados del cine y la televisión pueden aplicarse aquí, como es probable, entonces la conclusión natural es que dado que los piratas son expertos en encontrar diferentes fuentes de material atacado cuando se bloquea una fuente, persiguiendo a un solo proveedor de streaming pirateado de alto perfil puede no ser eficaz para aumentar el consumo legal. Dicho esto, el bloqueo de sitios web puede ser efectivo cuando se sitian varios canales simultáneamente, ya que esto aumenta los costos de búsqueda”.

Recomiendan que “al final, aunque muchos consumidores optan por piratear deportes en directo, algunos pueden sentirse atraídos por la comodidad de los canales legales de pago cuando sienten la incomodidad de recibir una señal limpia o encontrar transmisiones de piratería confiables”. 

Y citan: “El principio fundamental de la ley es que la protección de los derechos de autor se traduce en un aumento de la inversión por parte de los titulares de los derechos. Hacerla expansiva y efectiva debería propagarse como una buena noticia tanto para los propietarios de los derechos de autor como para los verdaderos seguidores/aficionados del deporte”.

APORTES TEMÁTICOS:

Brett Danaher
1 es profesor asociado de economía y ciencias de la gestión en la Universidad Chapman. Es cofundador y organizador de la Entertainment Analytics Conference, que reúne anualmente a los mejores científicos de datos académicos y de la industria centrados en el ecosistema del entretenimiento.

Michael D. Smith2 es profesor J. Erik Jonsson de tecnología de la información y marketing en el Heinz College y la Tepper School of Business de Carnegie Mellon.

Rahul Telang3 es profesor titular de Sistemas de Información en el Heinz College de la Universidad Carnegie Mellon. Su enfoque de investigación es la seguridad de la información y la industria de los medios digitales.

NFL Sunday Ticket4 es un paquete premium de deportes con el que podrás ver los partidos de la temporada regular de los domingos por la tarde (hora del este) de la National Football League (NFL) que no se transmiten en los canales locales.

La UFC (Ultimate Fighting Championship)5 es la mayor organización de artes marciales mixtas (MMA) del mundo.

FUENTES:
HRB.ORG
ODDSPEDIA
REGULATION.GOV
La Vanguardia

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